Tan ingenuos, tan confiados, tan alegres, tan altivos, creyéndose a salvo en su propia burbuja de irrealidad, jugando a ser modernos, alternativos, transgresores o triunfadores dentro de la falsa libertad que esos tres, cuatro o cinco años de estudio les proporciona y que se vendrá abajo cuando salgan al mundo y descubran que les ha servido de poco o nada.
martes, 27 de noviembre de 2007
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