martes, 15 de enero de 2008

Mira mamá, soy tan especial

Cada vez tengo más claro que los gustos minoritarios y los ghettos culturales no son más que un intento de sentirse diferente, especial, único; quizás mejor que los demás, puede que simplemente en un plano distinto, pero siempre lo más lejos posible de lo que solemos considerar “normal”. Solo así se explica que incluso los que más se quejan de su condición (qué mierda, especialmente ellos) sean los primeros en rasgarse las vestiduras cuando aquello que les distingue se hace popular y escapa a su control.

jueves, 10 de enero de 2008

Textos celebres de ayer y hoy

“Ahora es cuando debería decirle a Paige Marshall lo que pienso realmente. Quiero decir que estoy cansado de ser siempre el malo solo porque soy un hombre. O sea, ¿cuántas veces puede decirte todo el mundo que eres el enemigo opresor y lleno de prejuicios antes de que tires la toalla y te conviertas en el enemigo? O sea, un cerdo machista no nace, sino que se hace, y cada vez más a menudo son las mujeres quienes los hacen. Al cabo de bastante tiempo, uno pasa de todo y acepta el hecho de que es un idiota sexista, intolerante, insensible, ordinario y cretino. Las mujeres tienen razón. Tú estás equivocado. Te acostumbras a la idea. Eres todo lo malo que esperan. Aunque el zapato no encaje, tú te amoldas a él. O sea, en un mundo sin Dios, ¿acaso son las madres el nuevo dios? ¿El último bastión sagrado e inexpugnable? ¿No es la maternidad el último milagro mágico y perfecto? Pero un milagro que es imposible para los hombres. Y tal vez los hombres digan que están encantados de no poder dar a luz, con todo ese dolor y esa sangre, pero no es más que una reacción avinagrada.
Está claro, los hombres no pueden hacer nada así de increible ni de lejos. La fuerza del torso, el pensamiento abstracto, los falos: todas las ventajas que parecen tener los hombres son simples formulismos. No se puede clavar un clavo con el falo. Las mujeres ya nacen con mucha ventaja a nivel de capacidades. El día que los hombres puedan dar a luz, entonces podremos empezar a hablar de igualdad de derechos.

[…] Las mujeres […] tienen más poder cuando están oprimidas. Necesitan que los hombres sean la inmensa conspiración enemiga. Toda su identidad se basa en ello”

Asfixia, Chuck Palahniuk